El poder de la aceptación III



Lo único que pude deducir después de eso, fue que se iban a dar tremendas trompadas en la calle, y que al día siguiente llegaran a clase con moratones. Pero no. Desde allí, solo se vieron más cercanas, y aquella muchacha se juntaba con el pedazo de canela, ya ni siquiera me hablaba. Todo se volvió una atmosfera re pesada, horrible, insoportable y asfixiante. De pronto todo el mundo había desaparecido. Tanta fue su presión social que quise abandonar la escuela. Por qué no dije nada? bueno... "Ignora". Lo hice, pero eso de que sirve si sos vos contra casi todos sus conocidos.

"Les salió demasiado bien la amistad me parece".

Ambas habían citado a mi madre en casa del pedazo de canela. Yo no me había dado cuenta hasta que mi madre me lo dijo, no pensaba ir, suponía que no me interesaba ir por allá, además mi madre sabía que si iba con ella, ese pedazo de canela iba a terminar tirada en el piso. Así que opté por ir a la biblioteca con el chico que solo te apoya en malos momentos. Maso menos. 

Cuando llegué a casa, mi madre estaba sentada en el sofá con una mirada de puño y mi teléfono en la mano.

"Panela con leche, necesito explicaciones concretas y bien argumentadas para todo lo que me han contado de ti"

Me cagué de risa después de todo lo que me había dicho. Desde cuando las había amenazado de muerte, de donde habían sacado que hablaba con viejos de 50 años? Y... cómo saben que soy una criminal de la web profunda? ni siquiera sé manejar bien Instagram. Fue tan excelente su actuación que hasta lloraron. Mi madre recapacitó cuando mis argumentos fueron mas que válidos, hasta día de hoy, ellas piensan que mi madre me ha dado la paliza de mi vida.

Todo por aceptación. Toda la gente con la que me relacioné en este relato, era escasa de vida social, querían ser como el pedazo de canela, obedeciéndole consiguieron el placer de tener cientos de amigos gracias a ella. Al final solo les fue peor, el pedazo de canela se salió de estudiar porque empezaron a hablar cosas horribles de ella. Su confidente se hundió en relaciones tóxicas, y la chica que se relacionó con ella, bueno, tiene miedo de encontrarme en su camino, por todas las cosas que se había inventado sobre mí. 

Yo, sigo siendo una panela. Solo que ya no soy una panela chismosa. No confíes en todo el mundo, solo por si acaso.



Comentarios

Entradas populares